¿ Por qué siempre discutimos por lo mismo ? Esta es una frase dicha por muchas parejas y que revela la necesidad insatisfecha de resolver un conflicto. Hoy te contamos que herramientas tienes a la mano.
Las peleas y discusiones son comunes entre personas cualquiera sea su vínculo. Particularmente, las parejas suelen tener episodios de conflicto y peleas. Y muchas veces ocurre por lo mismo, cada vez que resurge un tema en discusión no resuelto.
El conflicto existente en una relación de pareja puede tornarse insostenible. En estos casos puede acabar con la ruptura y separación. Para evitar que ello ocurra lo primero es entender qué es lo que realmente pasa, cual es el punto en conflicto. Luego, una vez dilucidado el tema en cuestión llega el momento de cómo abordarlo. Sin embargo, si no conocemos lo primero, difícilmente encontremos soluciones para algo que nos ocurre y no es reconocido por ambos.
Frecuentemente, las peleas se dan por ciertos temas. El instituto Gottman de USA ha definido cuales son los motivos de discusión más comunes. Vale aclarar que esta institución se especializa en el estudio de parejas y sus vinculos. Aquí va la lista:
Por qué siempre discutimos por lo mismo
– El manejo del dinero
– La intromisión o influencia de otros familiares
– Celos desmedidos y falta de confianza
– La frecuencia de relaciones íntimas
– El reparto de las tareas del hogar
¿Reconoces alguno de estos temas como eje de tus discusiones con tu pareja, marido o esposa? Si lo has identificado, ya estas un paso arriba sobre una gran cantidad de personas. Has descubierto la “piedra del escándalo”. Ahora queda pendiente abordar, en una segunda instancia, el modo de compatibilizar posturas e intereses hasta arribar al acuerdo.
El díalogo, en este sentido, es fundamental en toda pareja. Debe exponerse el tema en la mesa con total sinceridad. Ambos interlocutores deben escucharse pacientemente y evaluar los motivos, argumentos y postura de quien expone. Luego le toca el turno al otro.
Una vez expuesta la situación de conflicto deben realizar propuestas o sugerencias. Normalmente esto conlleva un trabajo de negociación. En esta instancia cada uno debe “ceder algo” en pro del fin más grande y fundamental: “salvaguardar el bien de la relación”.
Debes saber que ponerse de acuerdo no es fácil. Pero si hay amor y buena predisposición de ambas partes será mucho más sencillo arribar a un pacto de convivencia.
En otros casos, es necesario acudir a un especialista en asuntos de pareja o matrimoniales. Existen centros de ayuda que pueden ser de gran utilidad para la resolución de conflictos. Sin embargo, depende de ambos el futuro y el rumbo final que su relación tome.
¡CONFIRMADO! LA VOZ FEMENINA CANSA AL CEREBRO DEL HOMBRE
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